Como la Berlinale, el Festival de San Sebastián se apunta a ser no-binario. Adiós a la división entre actor y actriz. Si no la hay en el apartado de dirección, fotografía o montaje, ¿por qué en la interpretación? Digamos que esta es la forma como el Festival de San Sebastián se apunta la nueva normalidad después de la pandemia. Todo ello ocurrirá entre el 17 al 25 de septiembre en la localidad donostiarra.
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La noticia tuvo lugar mientas se daba a conocer la cartelería de la 69ª edición del certamen, cuyo póster está dedicado a la actriz Sigourney Weaver. El cambio supone una pequeña revolución que a buen seguro obligará al resto de los festivales a tomar partido. Adiós, por tanto, a la división de género. Habrá que esperar que supone esto en todos los compromisos comerciales muchos de ellos ligados precisamente al género.
"El género, una construcción social y política, deja de ser un criterio para la distinción de una actuación", afirmó el director del festival, José Luis Rebordinos. Así las cosas, las tradicionales Concha de Plata al mejor actor y la mejor actriz pasan a estar dedicadas a la mejor interpretación principal y la mejor interpretación de reparto. Ambos premios podrán ser ex aequo. El director precisó que de este modo se abren los premios de interpretación a actuaciones de género no binario.
En cualquier modo, y a pesar de que las mascarillas dejarán de ser el panorama habitual por las calles de San Sebastián este año. Determinadas costumbres adquiridas en la pandemia, se quedan. Por ejemplo, las actividades de industria mantendrán un formato híbrido que convine actividades presenciales y online.
San Sebastián 2021 recupera la retrospectiva de cine coreano de los años 50 y 60 que no pudo celebrarse el año pasado, así como la alfombra roja antes de determinadas proyecciones. Eso sí, seguirá sin haber fiestas de inauguración ni clausura, ni las tradicionales sesiones en el Velódromo.